David Ruano, de Itacyl, defiende que técnicos y viticultores deben “conocer al máximo” los patógenos presentes en una parcela y cuál es su ciclo de vida, “con lo que sabremos cuándo y cómo actuar”.
David Ruano es investigador principal del proyecto europeo Visostec, que toma su nombre de ‘Viñedo sostenible y tecnológico’. Financiado con fondos Feader, el programa incide en la búsqueda de alternativas para la lucha contra las enfermedades de madera en la vid, algo que resulta “fundamental” por la ausencia de materias activas autorizadas para hacerles frente.
“Es un problema en aumento”, recalca Ruano, que ha intervenido en la feria Agrotecnológica con la ponencia ‘El futuro de la prevención de plagas y enfermedades y el apoyo en la toma de decisiones en agricultura’.
Este investigador inquieto recita de memoria a Sun Tzu, que en ‘El arte de la guerra’ dejaba claro hace 25 silos que “Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo, no deberías temer el resultado de mil batallas”.
Por eso defiende que técnicos y viticultores deben conocer al máximo los patógenos presentes en una parcela y cuál es su ciclo de vida, “con lo que sabremos cuándo y cómo actuar”.
En relación con las enfermedades de la madera, Ruano apunta que clave de bóveda que sujeta toda la estrategia sanitaria “es la prevención, y así seguirá siendo en el futuro”. Y no por un enfoque “pesimista”, sino por el realismo que da conocer las enfermedades de la madera, como la yesca, para las que es “difícil” conseguir un tratamiento efectivo.
Por eso rechaza prácticas como el enterrado de los restos de poda, que desde un punto de vista sanitario “es preferible eliminar”, ya que en ese material vegetal se pueden generar “estructuras de resistencia”, donde a corto plazo surgirán esporas. “Es preferible aportar materia orgánica al suelo en forma de compostaje”, advierte.